Pasamos bajo el arco y miré mi reloj. Habíamos completado la primera vuelta y marcaba 59:59.
- Una hora justa – dije- Si mantenemos el ritmo podemos bajar de dos
horas – David asintió y yo sabía que el hombre de rojo que se nos había
pegado los últimos tres kilómetros lo había oído también
Iba a ser difícil pero la cosa pintaba mejor que en la media de Valencia. Al menos a mitad de carrera no había
nada que recuperar, sólo mantener el ritmo y confiar en poder apretar
un poco al final. Llegamos a la marca del kilómetro once y pulsé el
botón de vuelta.
- Hemos hecho este kilómetro en 5:29 – La gente
parecía haberse puesto nerviosa al comenzar la segunda vuelta. David
contestó que había que mantener pero el de rojo parecía acelerar y el
otro no quería dejar que se fuera. Supe lo que iba a pasar y continué –
Yo no voy a poder ir a más de esto, pilla un ritmo cómodo que puedas
mantener hasta el final - Era su primera media maratón.