Mira
tú por dónde que yo era de los que iban al videoclub y además le
gustaba. Digo iba porque hace más de un año que cerró el de mi barrio y
fue entonces cuando empecé a explotar páginas como cinetube.
Hasta entonces yo era de los que decía que no le valía la pena dejarse
el PC encendido toda la noche por unos cuantos torrents, que por dos
euros y medio tenia dos pelis en el videoclub. Me perdía por sus cuatro
pasillos extasiado por tanta carátula, sin saber por cuál decidirme y
maldiciendo a todo vecino que había alquilado cada una de las copias de
una novedad que me apetecía ver.
Aprobada la ley Sinde me
encuentro apurando, tal vez, mis días de descargas. No se sabe muy bien
hasta que punto conseguirán cerrar estas webs o si sólo conseguirán que
se hospeden en el extranjero. Lo único claro es que la comisión que
velará por los derechos de aquellos que nos llaman ladrones desde sus
residencias de Miami, no tendrá tiempo a formarse antes de verano.
Es
del género estúpido que los mismos que pretenden que les compremos sus
productos y nos convirtamos en sus fans nos llamen piratas, ladrones y
otras lindezas semejantes ¿Podéis imaginar que el kioskero de vuestro
barrio os insultase y a la vez intentara venderos una revista? Visto de
otro modo, son ellos los que se apropian de nuestro dinero por cada DVD,
disco duro, teléfono, etc que compramos ¿Es justo pagar a la SGAE por
un DVD en el que grabo mis fotos o una distribución Linux? Personalmente
algunos de ellos han pasado, para mi, de no significar nada o causarme
una ligera simpatía, a la mas profunda repugnancia. Se llevan mi dinero y
me llaman ladrón.
Aún así he intentado buscar algún servicio [1] [2] que opere desde la nueva legalidad, algo parecido a Netflix,
de la que tanto se habla. Ninguno de los servicios que me he encontrado
me ha merecido la pena. En mi viejo videoclub podía llegar a ver 8
películas al mes por 10 euros. La mejor tarifa plana que he encontrado
es de 15 (creo recordar pero ya no la encuentro) y es incluso difícil
que yo llegue a ver ese número de filmes. De los precios de películas
sueltas mejor no hablo. Y por cierto, la calidad del streaming deja
bastante que desear.
El resumen de todo esto viene a ser que nos
llaman ladrones, piratas, nos ofrecen unos servicios abusivos, se
protegen con unas leyes que ya veremos para qué sirven y por otro lado
desean que los idolatremos y que consumamos. Remarco ahora lo de la
utilidad de la ley, pues sirve igual para cerrar cinetube que para
cerrar un blog aludiendo al perjuicio de los derechos de autor, sin que
necesariamente se enlacen películas o música para descargar ¿Alguna vez
has colgado un vídeo tuyo con una canción de fondo? ¿Has adornado un
post con una foto o un logotipo que encontraste "googleando"? Pues ya
sabes: eres carne de cañón para la ley Sinde.
Pese a todo, espero
que alguno de ellos abra los ojos, que alguien innove con un servicio
rompedor y que de una vez se proclame lo injusto del canon. Mientras
tanto seguiré descargando alguna película de vez en cuando y alegrándome
por haber elegido un servicio de hosting alemán para mi blog y el resto
de mis webs.